1 Hasta hace poco pensaba que me había tocado vivir una vida difícil, que había sido víctima de muchas personas y circunstancias. Ahora comprendo que la limitada comprensión de mi mundo emocional me llevó a distorsionar la realidad y que realmente, más que una víctima, era una afortunada en haber tenido la oportunidad de “tocar fondo” para a partir de allí empezar mi propia construcción de felicidad. Fue con la mayor pérdida de mi vida que pude encontrar la mayor fortaleza interior. Ésta es mi historia…
Hace aproximadamente 3 años, después de unos cuantos años de
cierta estabilidad emocional, empecé a sentir una incomodidad que me hizo
pensar que cosas externas a mí no estaban bien: mi trabajo, mi familia, mi
novio. Ello hizo que tomara la decisión de irme a otra ciudad a estudiar por un
tiempo. Como era un viaje corto, solo de
unos cuantos meses, decidí disfrutar cada día como si fuera el último. Esa
decisión me permitió vivir por primera vez sin miedo y por ende, encontrar
diariamente miles de cosas simples y hermosas que disfrutar.
Lastimosamente en ese momento no tuve la capacidad de entender que
yo era la responsable de todas esas cosas buenas que estaban ocurriendo en mi
vida, y no la otra ciudad, ni las personas que me acompañaron en ese viaje. No
tuve la capacidad de entender que la que había cambiado era yo, y que por ello,
independientemente del entorno, había logrado desarrollar la capacidad de ser
más feliz viviendo de otra manera: disfrutando plenamente el presente y no
dejándome inmovilizar por los miedos.
Entonces, cuando regresé, pensé que para seguir siendo así de
feliz como había sido, tenía que cambiar cosas externas de mi vida. Era una
sensación extraña. Si bien mi entorno estaba bien, yo creía que todo estaba mal
y sentía internamente una necesidad de salir corriendo que era incomprensible
para mí. Empecé a exigirle a las personas cosas que yo suponía que eran las
causantes de mi infelicidad y esa inestabilidad emocional llevó a que se
derrumbará por completo el plan de vida que tenía pensado vivir.
Un día me desperté sin un rumbo a seguir y ese día tuve que preguntarme ¿quién soy yo? Si llevo viviendo 28 años conmigo misma, debería ser obvia la respuesta; pues bien, no tenía ni idea quién era yo sin ese plan de vida que ya no estaba y que llevaba construyendo durante tantos años.
Un día me desperté sin un rumbo a seguir y ese día tuve que preguntarme ¿quién soy yo? Si llevo viviendo 28 años conmigo misma, debería ser obvia la respuesta; pues bien, no tenía ni idea quién era yo sin ese plan de vida que ya no estaba y que llevaba construyendo durante tantos años.
Cuando la vida nos regala una crisis, muchas personas
lamentablemente optan por la salida más fácil a corto plazo: una adicción,
medicamento psiquiátrico o incluso quitarse la vida. En ese momento en el que
toqué fondo, entendí que si no hacía
algo por mí, pedía ayuda y me reinventaba, la depresión que estaba
experimentando se iba a volver mucho más severa y posiblemente ésas iban a ser
mis opciones. Ese día mi decisión fue entonces ser feliz y tener la esperanza
de que era posible lograrlo. Y así, sin los más mínimos deseos de vivir, tuve
que tener humildad para pedir ayuda, lo cual era inconcebible para la Sara
anterior, que se creía tan indestructible.
De esa forma, empecé un proceso para responsabilizarme de mi vida
y de mi felicidad por medio de la comprensión de mi mundo emocional y de una
parte a la que nunca me había acercado: mi inconsciente. Es sobre este proceso
y los aprendizajes que he tenido que quiero contarles. Como verán en
los próximos artículos, realmente lo que me ha permitido construir felicidad no
son cosas muy raras o complicadas, son cosas simples, obvias, que hemos oído
varias veces en la vida, pero sólo cuando se ponen en práctica, la información
se vuelve conocimiento.
Muchos seres humanos tenemos que tocar fondo y perder a quienes
más queremos para retomar las riendas de nuestra vida y asumir plena
responsabilidad de nuestra felicidad. Espero que estos artículos puedan
servirles para la construcción de un mayor bienestar.
Sara
Me encanto Saris!!! te felicito por ser tan Valiente y te agradezco por compartir tu experiencia con los seguidores de la pajara Zumbambica, un abrazo!!
ResponderEliminarLaura B
:) gracias
EliminarQue bien! Felicitaciones.
ResponderEliminar:) gracias
EliminarQue linda, compartir
ResponderEliminarTu experiencia personal es otra de las
Maneras de sanarte.... Se necesita mucho valor para hacerlo.... Espero los proximos post !!! :)
:) gracias
EliminarEscribir, y publicarlo, es una forma de desnudarse y de liberarse.
ResponderEliminarEs una bonita forma de renovar el espíritu y de trascender.
¡Adelante con la escritura!
:) gracias
EliminarMe encanta este blog!!!, cada que leo un articulo me identifico con muchas cosas,me motivo y me pongo feliz :) GRACIAS
ResponderEliminarMil gracias. Un abrazo
EliminarSaris no había leído estos post. Lloré. Qué lindo, te felicito por lo que has sacado de tu proceso y todo lo que has logrado encontrar dentro de ti que ahora te permite ser más consciente y más feliz!
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