Jennifer Madrigal*
|
Tuvimos el placer de conocer a una mujer que
ha estado construyendo su felicidad por medio de varias herramientas, pero fue Mindfulness la que en su concepto le ha permitido adquirir un nivel de conciencia necesario para
impulsar un cambio en su vida y generar impacto en el mundo. Ella se llama
Jennifer.
Jennifer define Mindfulness así: “es la forma
de empezar a cultivar una relación sana conmigo misma. Es como un retiro
espiritual conmigo sin tener que retirarme físicamente de ninguna parte, es
abrir con curiosidad la puerta donde albergan todos mis pensamientos, mis
patrones, mi piloto automático, mis sentimientos, mis emociones… y empezar a
observarlos, sin juicios, y de esta forma aceptarlos incondicionalmente,
comprender de dónde vienen y si es necesario transmutarlos. Es empezar a
descubrir por qué actúo de muchas formas en el día a día, qué me lleva a decir
lo uno o lo otro, qué me lleva a comerme esto o lo otro. Es empezar a
descubrir que somos mucho más que lo que hay dentro de esa puerta y, más importante
aún, a descubrir que no somos lo que hay adentro, somos la casa completa con
infinitas puertas”.
El trabajo de autoconocimiento, tan
necesario para construir felicidad, puede ser tan lento y difícil, o rápido y
fácil, según el compromiso que cada uno le ponga. Jennifer ha logrado un
profundo nivel de autoconocimiento con esta herramienta porque ha trabajado con
ella diariamente durante un tiempo considerable, y se ha comprometido por encima
de todo con su proceso personal: “...he conocido hasta los pensamientos más
sutiles que ya casi ni se escuchan de lo rápidos que son y de lo lejos que
están, pero que crean emociones fuertes que duran en mi cuerpo. Los he
aprendido a observar con mucha curiosidad, a veces hasta risa porque nunca los
había observado y trato de comprenderlos: ¿por qué están ahí? ¿Cuándo los
cultivé? Y en esos momentos puedo
decidir si renuncio o no a esos pensamientos”.
Jennifer manifiesta que además de comprender
por qué actúa como lo hace, la práctica de Mindfulness la ha llevado a ser
compasiva y amorosa con ella misma: “…anteriormente podía juzgarme por mucho
tiempo si hacía algo y después sentía culpa, ya simplemente me observo y me
abrazo, y comprendo que no soy mis actos, que no soy mis pensamientos ni mis
emociones, dejo pasar la acción y simplemente reflexiono para aprender. No
somos nuestros juicios, no somos lo que pensamos, somos infinitas posibilidades
que se pueden cultivar atendiendo lo que es, aquí y ahora”.
Además, al desarrollar esa compasión hacia
sí misma, ha cultivado simultáneamente la compasión hacia el todo: “...al
quitarme yo mi mascara puedo ver detrás de las máscaras de las demás personas y
simplemente comprender que, hagan lo que hagan, están aquí y ahora para
enseñarme algo de mí, para que curiosee en una de mis puertas y observe qué debo
aprender…”, como resultado viene la gratitud, hacia el mundo y hacia cada una de
las personas que hacen parte de su día a día.
La idea de presentarles este testimonio es
que entiendan que no todos los procesos se viven igual porque todos tenemos
historias distintas, pero que lo importante es que cada uno emprenda la
búsqueda personal y encuentre la forma de construir su auténtica felicidad.
“Con Mindfulness me di cuenta de que la vida
está llena de momentos ordinarios, y yo estaba viviéndolos de afán o con los
ojos cerrados. Comía de afán, me lavaba los dientes de afán, manejaba soñando
despierta, antes de acostarme pensaba en lo que pasó en el día o lo que iba a
pasar mañana, pero nunca estaba aquí y ahora. Entonces me pregunté a mí misma:
si la mayor parte de mi vida está compuesta por estos momentos ordinarios y yo
no estoy presente en ellos, entonces, ¿he pasado la mayor parte de mi vida
dormida, queriendo estar en otra parte? ¿Por qué se nos hace tan aburridor el
aquí y ahora? ¿Por qué me da tanta pereza estar aquí y ahora? ¿Por qué me trato
de distraer con mis pensamientos o con el celular? ¿Por qué no puedo disfrutar
de este momento tal como es? Me cuesta, y mucho, pero tengo la voluntad de
seguir intentándolo día a día, momento a momento, y he encontrado el gozo en lo
ordinario. Miro a mi sobrino a los ojos, con mi atención sólo en él, mientras
me cuenta lo que soñó anoche, y encuentro un gozo indescriptible, ¿cómo
perderme de todos esos momentos? Yo no soy mi mente, y si mi mente me dice
¨esto está muy aburridor, vámonos a fantasear a otra parte¨, yo le respondo
¨dame un minutico que estoy viviendo una fantasía en este instante¨.
Convirtamos a nuestra mente en nuestra mejor amiga, nuestra aliada, está ahí
cuando la necesitamos y cuando no sólo la observamos. De verdad, ¿qué es más
importante que este momento? Ni que fuera superman y tuviera que estar salvando
al mundo. El presente está lleno de fantasía si lo aprendemos a observar, con
atención, sin juicio. Si aprendemos a conectarnos a cada instante con la mirada
del otro, sin pena, con confianza y amor. Si aprendemos a observar la grandeza
de la naturaleza y cada una de sus creaciones.
Abramos los ojos y convirtamos los momentos ordinarios en momentos
extraordinarios, porque cada uno es completamente diferente al anterior,
vivamos con atención plena” – Jennifer Madrigal.
La Pájara Zumbambica
*Jennifer Madrigal
*Jennifer Madrigal
Certificada en Coaching de Atención Plena (Mindfulness)
"Cultivating bliss through Mindfulness"
Teléfono de conatcto: 318 5165737
Jennifer, tus palabras me inspiran a respirar lentamente y vivir el día a días in preocuparme tanto por el futuro. Aunque no he llegado al momento de "mindfulness" que sé practicas todos los días y has logrado encontrar, aspiro algún día llegar a conocerlo y ser consciente 100% de mis pensamientos. Gracias por tus consejos y por ser la mejor coach!
ResponderEliminar@ PajaraZumbambica - Gracias por todos los artículos, me encantan!