"Mindfulness es la conciencia que surge de prestar atención de manera voluntaria, a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella˝
- Jon Kabat-zinn
Ya
no leemos. Ya no vamos a cine. Ya no escuchamos. No nos conectamos con otras
personas. Nos dispersamos con cualquier pensamiento, y cualquier sonido del
celular nos interrumpe. Ya no es como antes, cuando la palabra estrés ni se oía
y no existía la escasez de tiempo. Diariamente tenemos más tareas por realizar
que tiempo para hacerlas, las actividades controlan nuestra vida y nos sentimos
cansados y vacíos. Me pregunto ¿qué va a pasar el final de la vida? ¿Cómo nos
vamos a sentir? O ¿ya no vamos siquiera a ser capaces de sentir algo? Esto
puede sonar ajeno pero nos está pasando, y para poder evitarlo tenemos que
hacerlo consciente, sentirlo propio, responsabilizarnos.
Hemos
estado hablando de Mindfulness y queremos ampliar la información al respecto
para hacer esta herramienta más accesible a todos y contribuir a la prevención
de los desastres que puede traer este nuevo nivel de inconciencia a la salud
mental de la humanidad.
Mindfulness
consiste en un entrenamiento mental para permanecer presentes en cada momento
sin intentar cambiar nada, ocuparnos de cada cosa que nos pasa convirtiendo el
presente en nuestro único foco de atención. Esta técnica es útil cuando las
cosas en nuestra vida van bien, y cuando estamos experimentando emociones
negativas o atravesando por un momento difícil es aún más necesaria porque nos
permite enfrentar la situación con mayor aceptación y resiliencia.
Con
Mindfulness aprendemos a comprender que la realidad no se puede cambiar, cuando
decimos “cooperar con lo inevitable” nos referimos a esto, una vez aceptamos la
vida tal como llega dejamos de resistirnos y podemos darle un uso más saludable
a nuestra energía psíquica: reaccionar ante la situación y ocuparnos de ésta de
la mejor manera posible, evitando convertirnos en esclavos del sufrimiento.
Cuando nos resistimos a aceptar la realidad nos dedicamos a sufrir, ponemos en
riesgo nuestra salud, tenemos conductas destructivas y actuamos de manera
inconsciente, completamente dominados por el dolor y la negación.
Con
Mindfulness aprendemos a observar con objetividad, a escucharnos, a tomar
decisiones coherentes entre la realidad y nuestras necesidades, a expresarnos
asertivamente y a tener humildad para reconocer si se necesita ayuda de un
tercero. Aprendemos a identificar pensamientos negativos y a modificarlos en
función de nuestro bienestar. Aprendemos a ser dueños de nosotros mismos, nuestros pensamientos, emociones y acciones.
Para
entrenarnos en Mindfulness necesitamos disciplina, no es algo que se hace de
vez en cuando, cuando nos acordemos o una vez a la semana; los resultados
provienen de la constancia en su práctica. Con sólo 5 ó 10 minutos al día, todos los
días, vamos a ver los resultados rápidamente, hasta que empiece a ser parte de
nuestra rutina diaria y se convierta en un hábito necesario.
Para
empezar, repasemos lo escrito en el artículo anterior (Plena-mente): lo primero
que debemos hacer para entrenarnos es tener la intención de prestar atención,
después, usar esa intención para guiar la atención a cada momento vivido en el
presente, alejándonos de angustias del pasado o preocupaciones del futuro, y
por último observamos sin reaccionar, sin juzgar ni dejarnos atrapar por
pensamientos inútiles ni emociones innecesarias. Así, tarde o temprano el
Mindfulness hará parte del propósito que tengamos en la vida, y nosotros haremos
parte activa de lo que nos sucede y nos ocuparemos conscientemente de nosotros
mismos.
Alicia
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