“La vida es lo que te ocurre cuando
estás haciendo otras cosas”
- John Lennon
Sentir
que el tiempo no es suficiente para las demandas externas que nos obligan a HACER
mientras olvidamos que primero debemos SER, es una problemática mundial que de
una u otra forma nos afecta a todos.
El
tiempo es corto y es nuestro, y en lugar de presenciar cada segundo que tenemos
y usarlo para darle un sentido real a nuestra vida y desarrollar nuestro
propósito, nos dedicamos a una eterna y fallida búsqueda en la que se pierde la
esencia humana que sólo puede preservarse si cada uno se dedica a SER.
La
superficie del mundo que creamos nos sacrifica en función de su propia
evolución, y la evolución humana pierde sentido porque estamos enfocados en una
acción capitalista que nos consume al tiempo que nos hace consumir para
llenarnos de nada. Vivimos en la urgencia de llenar un vacío que crece un poco más
cada vez que intentamos llenarlo. No estamos atentos, no sabemos quiénes somos,
qué queremos ni qué buscamos. Nos sumergimos en un mar de mentiras con las que
pretendemos llenar las almas sin tiempo. No sabemos disfrutar porque no estamos
presentes. No vivimos nuestra vida, la apartamos mientras nos ocupamos de ese
tiempo que se nos escapa de las manos a una velocidad que no nos deja más que
cansancio.
Vivimos
en lo que pudo ser, en lo que tenemos que hacer mañana, en lo que tenemos que
comprar, en lo que vamos a hacer en vacaciones, en las tareas que no hemos realizado,
en la inalcanzable satisfacción de las demandas ajenas, en la vida de otros, en
las fotos de los momentos que nos perdemos por la necesidad de registrarlos.
Pero no vivimos aquí, en el amanecer de un día nuevo, en el camino que
recorremos de un lugar a otro, en las personas que tenemos frente a nosotros,
en lo que estamos comiendo, en HOY.
Mindfulness
significa tener la mente plena. Plena del presente y plena de sentido. Lograr
esto se ha convertido en una tarea difícil y de unos pocos porque creemos que
estar aquí hoy nos quita tiempo. Sin embargo, mientras más nos familiaricemos
con esta práctica y la integremos a nuestras vidas, la percepción de tener
tiempo aumentará, y con ésta el espacio de nuestra mente que podremos utilizar
para empezar a SER.
Mindfulness
es una herramienta para sobrevivir a un mundo que va más rápido que nosotros
mismos. ¿Qué dura más? un millón de años en los que nada pasa ó 10 segundos en
los que pasa de todo? Los datos están aumentando, la conciencia sobre el tiempo
también, la información en el mundo es más de la que alcanzamos a almacenar, la
tecnología va más rápido de lo que el ser humano es capaz de ir, el mundo está
evolucionando más rápido de lo que alcanzamos a percibir, y mientras más cosas
pasan en menos tiempo más sensibles somos a la velocidad de éste.
Tenemos
que parar. Dejar que el mundo acelere sin llevarse con él los momentos
gratificantes que ya no alcanzamos a disfrutar. Tenemos que parar para poder comprender
que lo que realmente importa es lo que tenemos en cada instante presente.
Perdernos en el ambiente que nos rodea es lo más común, debemos recuperar la
atención y desarrollar la capacidad de concentrarnos en cada momento que pasa.
Lo
primero que debemos hacer para lograrlo es desarrollar la intención de prestar
atención para convertirnos en el guía de nuestra propia mente. Después creamos
un espacio mental alejado del pasado, el futuro y las variables externas, para
dirigir nuestra conciencia hacia el momento presente. Luego observamos, sin
juzgar, sin reaccionar, sin atraparnos en emociones innecesarias o pensamientos
inútiles, dejando pasar el momento mientras lo observamos. Así poco a poco
aprendemos a hacer parte activa de lo que nos sucede, a responsabilizarnos de
nosotros mismos, a disfrutar lo bueno que nos pasa y a cooperar con lo
inevitable.
Alicia
0 comentarios:
Publicar un comentario