Creencias que nos resistimos a confrontar

Hace poco tuve una conversación donde analizábamos posibles creencias bajo las cuales opera el mundo hoy; creencias que de ser desmentidas, cambiaría drásticamente la forma como vemos el mundo y vivimos, de manera similar al momento en que se comprendió que el sol no giraba alrededor de la tierra, que la tierra no era plana, entre otras. 

Frente a esta pregunta, inmediatamente lo que viene a la cabeza son avances científicos y tecnológicos y mayor conocimiento respecto a lo que sabemos del universo. Sin embargo, después de pensarlo por algunos días, creo que existe un sin número de creencias sobre nosotros mismos y la forma como nos relacionamos con los demás, una serie de ´´supersticiones`` que controlan la conducta humana, que de ser confrontadas, abrirían paso a nuevas distinciones y posibilidades, generando un cambio importante en la forma de vivir, de asumir responsabilidades y riesgos. Éstas son algunas de ellas:

Yo soy así

Los seres humanos se definen según la historia que se cuentan de sí mismos y están tan aferrados a ésta que se ven como seres rígidos, que responden a unos patrones fijos de comportamiento, limitando de esa forma sus propias posibilidades y convirtiéndose a sí mismos en su principal interferencia para la libertad.

Los hechos o las personas son iguales a la historia que se cuenta de ellos.

Se cree que existe una versión objetiva de los hechos o de las personas. El mundo hoy se hace el loco frente a que la historia que se cuenta dice más de quien la cuenta que de quien es contada. A pesar de lo simple que es entender que hay tantas historias como humanos, se opta por omitirlo, por preferir buscar culpables para evadir responsabilidades y seguir aferrados a una creencia que genera violencia y guerras. 

Los seres humanos son auténticos y libres

Hoy no se acepta que no se hace lo que se quiere. Detrás de cada acto está el interés por ser admirados o por evitar verse mal, y por ello se actúa con cinismo y con resignación. Aún no se acepta que el mundo es un conjunto de seres que se relacionan desde el miedo, buscando continuamente aprobación por parte de los demás.

La única forma de ser feliz es no tener problemas

La única forma de no tener problemas es estar muerto. Si los seres humanos no tienen problemas se los inventan. No aceptar esta realidad y vivir en función de evitar los problemas hace que se restrinja la posibilidad de correr riesgos, la capacidad de emprender y ser creativo, y que se genere apego a los problemas conocidos, a los que se les da vueltas una y otra vez. Hoy no se ven los problemas como una gran oportunidad para crear transformación, para así abandonar los problemas comunes y atreverse a afrontar problemas extraordinarios que generen un impacto positivo hacia un mejor vivir.

La vida como un fenómeno a ocurrir

Se tiene la creencia de que la vida no es lo que es sino que es más de lo que se tiene, lo que genera una sensación de estar incompleto. Se supone que después habrá cosas mejores y que algún día se alcanzará todo lo que se necesita para estar completo. Por ello se vive la vida como un fenómeno a ocurrir, donde el presente es sólo un escenario que permite aumentar lo que tenemos, sabemos y hacemos para que después sí se pueda ser feliz, lo que genera insatisfacción y sufrimiento.

Soy víctima

Actualmente culpar a los demás o a las circunstancias externas de las dificultades que se enfrentan es una conducta socialmente aprobada. Se omite el hecho de que detrás de hacerse la víctima se encuentra la manera de justificar, invalidar, tener la razón, dominar y ganar para evadir la responsabilidad de asumir miedos e inseguridades. Tampoco se reconoce que dicha conducta trae consigo grandes costos para quien la utiliza, vetando al ser humano del disfrute pleno del amor, la afinidad, la auto expresión, la  realización, y del bienestar.

Sara