Mitos sobre La Felicidad

Cuando definir una palabra se vuelve más complejo que dar su simple definición gramatical, y además es necesario destruir el concepto que se ha venido construyendo durante varios años alrededor de ésta, es importante empezar por desmitificar las creencias que sostienen su actual sentido antes de construir uno nuevo.

La felicidad es, para nosotras, una de esas palabras que son complejas de definir debido a su fuerte impacto sobre el desarrollo emocional y cultural de la humanidad.

Las creencias que se tienen alrededor de la felicidad, además de enredar más el término, son perjudiciales para el bienestar humano en tanto no le permiten adquirir fácilmente las bases para construir su propia felicidad y lo envuelve en un universo de falsas esperanzas mientras busca desesperadamente y en vano la supuesta felicidad.

Los mitos que hemos identificado nosotras alrededor de la palabra Felicidad son los siguientes:

 1. La Felicidad es pasar bueno o sentir placer

   Normalmente se confunde felicidad con un estado de ánimo positivo generado por un estímulo externo que nos produces placer. En una fiesta, en un paseo, en un partido de fútbol (si gana el equipo que nos gusta), cuando cumplimos años, cuando estrenamos carro, cuando nos gusta alguien, entre otros miles de ejemplos que constituyen nuestro día a día. Esa sensación de alegría no es más que eso, una sensación pasajera que no depende de nosotros y disfrutamos por un tiempo corto, pues una vez desaparece el estímulo, desaparece también la sensación positiva y volvemos a estar como antes.

 2. Mi felicidad depende de otra persona

    Vivimos rodeados de frases que nos dan la siguiente instrucción: deprímete si la persona que amas se va. ¿Por qué? Canciones y frases populares tan simples como: sin ti no soy feliz, no puedo vivir sin ti, si te vas mi vida es nada, etc., parecen inofensivas pero a nivel inconsciente tienen un efecto negativo importante de analizar porque en la práctica se ve cómo las personas realmente pierden su salud y su energía vital tras la muerte de un ser querido o el fin de una relación amorosa. Es necesario ser consciente de que Mi Felicidad no depende de nadie, sólo Yo puedo garantizármela. Una vez logrado esto vamos a dejar de adoptar una posición de víctima que cosiste en estar culpando al otro de nuestra infelicidad o malestar emocional, y la reemplazaremos por actos positivos que nos permitan responsabilizarnos de nosotros mismos y aumentar nuestro nivel de bienestar.

 3. La Felicidad se encuentra en el futuro:

   Los seres humanos todo el tiempo estamos pensando en qué va a pasar después, y haciendo planes que nos lleven hacia la “Felicidad”: “voy a ser feliz cuando me gradúe, cuando me case, cuando me compre un apartamento, cuando salga a vacaciones; me voy a ir a recorrer el mundo cuando tenga plata; cuando me jubile me voy a ir a vivir al mar”, y un largo etcétera. Para terminar con esta creencia que tanto daño nos hace tenemos que entender que para ser felices algún día tenemos, primero, que ser felices hoy.

Éstos han sido los principales mitos, por considerarlos los que más influyen en nuestra percepción del mundo y el estilo de vida que llevemos; pero hay muchos más que generan confusión al momento de nombrarnos como personas felices. Creer que perderemos nuestra Felicidad si no tenemos plata, si perdemos el trabajo, si no tenemos buena salud o si no contamos con la totalidad de nuestra capacidad física; y creer que la Felicidad no se logra sin ausencia de problemas, son algunos ejemplos.

Sobre el último mito nos gustaría añadir que el ser humano evolucionó resolviendo problemas, hacen parte de nuestra esencia y si no los tenemos los creamos. Todo el tiempo estamos resolviendo problemas y esto no es algo malo. Al contrario, los problemas aumentan nuestra capacidad intelectual en tanto mejoran nuestro razonamiento lógico y capacidad de abstracción, al tiempo que incrementa nuestra creatividad. El problema se complica cuando le damos una interpretación negativa y lo dejamos entrar a hacer parte de nuestras vidas prestándole nuestra energía psíquica, necesaria para construir un estilo de vida sano tanto a nivel físico como a nivel mental.

La Pájara Zumbambica